Hola, amigos y amigas, ¿recordáis la entrada donde hablaba en una infografía de la
lactancia materna como método anticonceptivo? Pues bien, esa infografía la hice a ciencia y a conciencia, sabiendo que después de los primeros seis meses tras el parto, podría pasar cualquier cosa.
Y, la verdad, NO ha pasado cualquier cosa. Ha pasado LA cosa, lo que tenía que pasar, lo que a veces se da, y a veces no y hace falta ayuda de la Ciencia. Que sí, que no me enrollo, que estoy embarazada, que estoy incubando otro Centímetro dentro de mí. Que Monstruita se va a convertir en la mayor porque va a tener un hermanito o una hermanita, no lo sabemos aún. Lo esperamos para Navidades casi.
Ya no me leo todo lo relacionado al respecto, porque ya lo hice en su día. Cuando nazca, Monstruita tendrá veinte meses. Solo puedo decir que he sobrevivido al cansancio mortal del primer trimestre del embarazada 2.0, y la pobre Monstruita también, que ha tenido que ver cómo su madre se tiraba en el sofá y no le hacía mucho caso, la llevaba al parque a duras penas, y le hacía de comida lo que pillaba y, aún así, intentando que su dieta (y la mía) fuera equilibrada. Una fiesta de luz y color.
Si bien el
embarazo anterior nos pilló en pleno verano, fuera de casa y no fue hasta las doce semanas cuando fui al médico, en este embarazada 2.0 fue casi al mes. Ya me han hecho un montón de pruebas y las que me quedan. ¡Por Dios, que no estoy enferma, solo embarazada! Sé que nuestra Sanidad es un lujo y todos los profesionales que me están atendiendo son muy amables y está muy formados pero, de verdad, en mi curro creen que me he muerto o que he abandonado el barco porque no me ven el pelo. Y gracias a que mi jefa es la mar de maja y no me pone pegas nunca.
La emoción me embarga pero las dudas y los miedos también, aunque son de otra clase distinta a los de mi embarazo anterior. Por ejemplo:
- ¿Cómo lo llevará Monstruita? Ahora es la reina de la fiesta e, indudablemente, pasará a tener menos atención. ¿Seremos capaces de mantener un equilibrio que nos compense a todos?
- ¿Cómo llevaremos Monstruo y yo el cansancio añadido inicial? ¿Seremos capaces de reorganizarnos sin que provocar la III Guerra Mundial?
- ¿Qué pasará con la lactancia de Monstruita? ¿Se terminará antes? ¿La terminaré antes? ¿Seré capaz de estar con los dos a la vez y no morir en el intento? ¿Será una tragedia?
- ¿Se enganchará bien el nuevo o la nueva? ¿Habrá problemas? ¿Cuáles? ¿Seré capaz de dar con las personas adecuadas y solucionarlos?
- ¿Qué pasará esas dos noches, dos como mínimo y con suerte, que estaré en el hospital el día del parto? ¿Quién dormirá a Monstruita? ¿Qué hará ella sin su teta-chupete nocturna?
- ¿Será niño o niña? En el embarazo de Monstruita me daba más igual saberlo. Esta vez, supongo que la facilidad con que ha venido me hace preguntarme esto que, antes, era algo accesorio para mí. Es curiosidad pura y dura, porque cosas como la ropa y demás, no me preocupan demasiado.
Y así es como les informo de que tendré un verano movidito, con panza de embarazada 2.0 y detrás de Monstruita, que habrá aprendido a andar y estará correteando por ahí.
Buena semana 🙂
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