Jota a una suegra
Querido amigo, querida amiga, tienes dos opciones al hacer esa pregunta y caer en mi blog. La primera es regalarle a tu suegra la letra jota hecha con macarrones, ñordo vacuno o vaya usté a saber que DIY demoníaco aparecerá por Pinterest. La segunda es confiar en mi capacidad como letrista. Como no quiero defraudarle o defraudarla (si es un laísmo, lo siento, los de Madriz es lo que tenemos), ahí va una propia, con perdón de los aragoneses, joteros por excelencia:
Que por los cerroooooos cooorrríiiiiiaaaaaaaaaa
Es la suegra esa especie
Que por los cerros corría
Con el puchero garbanzos
A endosarlo a la jauría.
A endosarlo a la jauría
Es la suegra esa especieeeeeee.
Con un montóoooooooon de receeeeetaaaaaaaaaaaa
A la nuera tiene frita
con un montón de recetas
de cómo limpiar el polvo
con la nueva vaporeta.
Con la nueva vaporeta
A la nueraaaaaaaa tiene friiiiitaaaaaaaaaaaaaaa.
Que mañanaaaaaaaaa Dioooos diráaaaaaaaaaaa
Hoy al nieto lo malcría,
Que mañana Dios dirá,
Así estalle a chucherías
¡Ay mi Virgen del Pilar!
Así estalle a chucherías
¡Ay, mi Viiiiirgen deeeeel Piiiilaaaaaaaaar!
Que sooooooon las suegras muy maaaajaaaaaaas
Dicen los viejos de antaño
Que son las suegras muy majas
Porque aunque salgas rodando
Ellas te llenan la panza
Porque aunque salgas rodaaaando
Ellas te lleeeenannnn la panzaaaaaaa.
Las ganas, bonita. O bonito, pero me da que no, que eres mujer. Pues no, 5 son 5, ni más, ni menos. 5 horas de parto son 5 horas de parto y no van a pasar más rápido. Van a pasar a su velocidad normal, hora tras hora, minuto tras minuto, segundo tras segundo, contracción tras contracción…
Si te pones la epidural, es una jodienda porque no te enteras de nada y aquello no sale (o sí. En mi caso, si hubiera hecho efecto completamente, creo que Monstruita hubiera salido por la boca porque comencé a (em)pujar al revés).
Si no te pones epidural, agárrate los machos. O mejor, agárraselos al padre de la criatura. O mejor no, si es que quieres compartir más descendencia con él. Disfruta tu parto, amiga, y déjate de que pase lento o rápido. Eso duele, y ya que lo sabes, aprovecha para romper todo eso «tan bonito» que te regalaron y no te gusta… ¡tienes excusa!
Luego, ya sabes, hay casos terroríficos de parturientas que se tiraron 5 días de parto con sus correspondientes noches, más otros 5 años contándolo.
O casos de Ciencia Ficción de parturientas que hicieron ‘pop’ y expulsaron a velocidad ultrasónica en 5 segundos al churumbel.
Sea como fuere, 5 son 5, no lo olvides.
Para los listillos y listillas que lo utilizamos una y otra vez, que sepáis que la palabreja no está contemplada en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española y olé. Es lógico porque todos sabemos que Arturo Pérez-Reverte, Ana María Matute, Mario Vargas Llosa y Luis Goytisolo Gay (todos ilustres letras de los cuadernillos Rubio), nunca compartirán cama, a pesar del apellido de alguno.
Entiendo, querido amigo o amiga, que lo que buscas es una supercama de… 1,50+ 0,90= 2,40 metros. Guau, tú no quieres una cama, tú quieres un campo de fútbol con edredón.
Si es porque duermes con un gigante, te aconsejo que te busques un escenario directamente: es más grande y, además, tendrás luces de colores, muy útiles para leer por la noche.
Si es porque has ido teniendo un hijo tras otro, y no quieres echar a ninguno de tu cama, también te aconsejo un escenario directamente: con un poco de suerte, se abre la trampilla secreta y se cae alguno, y así cabéis más.
¿Te sorprende que te escriba? Tanto tiempo, es normal.
Mira, majo, deja de echarle face a la vida, ¡y cúrrate la maldita carta de San Valentín! Mira que buscarlo en Google… Celtas Cortos ya escribió una, con música y todo, la primera frase tras tu pregunta, es suya. Cántasela, vas a quedar como Dios (y lo mismo se te vuelve atea, pero esa es otra historia).
No obstante, si de verdad querías escribirle una carta a mano, enhorabuena, ya no quedan de esos. Normalmente tiramos de email, guasap, tuiter, feisbuk y demás tecnomierdaslogías. Pero claro, con el morro que te gastas, seguro que se la mandas escribir a tu madre y se la das al perro para que la eche al buzón.
Na, hijo, que no, que no, que se te ve el plumero.
Y otro día más, este consultorio cuelga el cartel de «trabajando» hasta resolver las nuevas dudas. Buena semana.
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