Que esto del BLW avanza de semana en semana, señores y señoras, y no de manera progresiva precisamente, ojalá.
Cosas que están pasando:
- Cogerle el horario a Monstruita para sentarla a comer es difícil: tiene que estar tranquila, sin hambre ni sueño, ni echar de menos el paseo (aunque no lo hayamos dado). A parte de todo esto, tiene que estar de humor. Ahora mismo, sin ir más lejos, acabo de sentarla y de calentar lo que le he hecho esta tarde (parte de mi comida transformada, a saber: «nuggets» caseros de pollo, pimientos verdes, patata, judías verdes y zanahoria cocida). El nugget lo ha chuperreteado durante unos diez minutos. Luego se ha cansado, y ni fruta ni nada, que no le apetecía a la señora. Así que nada, fuera de la trona, y al suelo. Por cierto, hace tiempo que prescindo de los platos, y le sirvo directamente en la bandeja.
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Monstruita aún no ha llegado a esto,
pero veréis cuando le salgan los dientes. |
- Si unas veces pasa de la comida, otras parece que no hay mañana. Así que se puede comer un cuarto de pera, un par de gajos de mandarina, o un trozo pequeño de pan. Cuando hace esto, doy palmas con las orejas.
- El brócoli, de repente, le empezó a provocar vomitonas. Así que lo he dejado para dentro de unas semanitas.
- El plátano, que antes le encantaba, lleva semanas sin probarlo. Lo coge, como para que yo vea que se ha dado cuenta de que se lo he puesto y existe, y lo suelta con desgana. En cambio, las mandarinas las devora.
- Tengo que pensar qué comerá al día siguiente y si le voy a introducir un alimento, cuál, y de qué manera.
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¡Quiero esta ensalada pero ya! |
- ¡Estamos comiendo más sano en la familia! Es verdad, ahora comemos más fruta y más verdura. Yo, sobre todo, me pongo tibia de todo lo que se deja. Total, con la lactancia me resulta un triunfo engordar, así que lo hago sin cargo de conciencia alguno.
- Por las mañanas, su tía le da papilla de cereales. Ni su padre ni ella se atreven mucho con el BLW, y yo no estoy, así que eso, y un bibe con mi leche, es lo que toma en mi ausencia. Al menos, me ahorro el guarreo con la quinoa y el arroz (aunque nos queda el pan y las tortitas de arroz, mucho más limpias). Eso sí, la cuchara la maneja ella (con ayuda, claro). Ella decide cuándo llevársela a la boca. Aún no ha comprendido bien que la cuchara hay que rellenarla, y la rechupetea una y otra vez aunque ya esté vacía.
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¿Quién dijo que esto del BLW era fácil? ¡Podría pasar! |
- La abuela materna se ha animado con esto del BLW, y ayer le plantó una naranja. Y, oye, que al parecer le gustó y todo, después de un primer momento de desconcierto.
- La pediatra me mira raro, pero me respeta. Andamos a brazo partido con los percentiles del peso, y eso da para otro post. Ella es de una opinión, y yo de otra. Yo no he estudiado Medicina, pero ya veremos cómo va la cosa. Cuando termine el culebrón, lo contaré (espero que tengamos un final feliz.)
- Paso de los platos. Olímpicamente. Friego la bandeja de la trona, y le pongo ahí los alimentos. Mucho mejor, dónde va a parar. Además, me ahorro la distracción que suponían los platos para Monstruita.
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Venga, chicos, un poquito de relax. |
- Tose bastante menos, y tiende a echar los trozos que no puede masticar hacia afuera. Pero sí, señores, aún no controla del todo bien.
- Está asomando su primer dientecillo pero, por lo demás, sigue siendo una desdentá. No obstante, su propia abuela ha tenido ocasión de comprobar el poder de sus mandíbulas.
- Continuamos confiando en la teta como base principal de alimento. A veces me entra la tentación de los purés, no vamos a engañarnos. Pero cuando veo cómo rechaza el plátano pienso que, si se lo diera en puré con otras frutas, rechazaría el puré entero y no sabría por qué. O cuando veo que no come nada de lo que le he puesto, pienso que me hubiera dado igual un puré, porque no lo hubiera tocado. O cuando vamos por ahí y pienso que me ahorro los potitos de marras, porque puede comer de lo mismo que nosotros (casi. Aún exactamente igual no, pero sí parecido o fácil de adaptar).
Y estas son las crónicas hasta ahora. Lo pongo también por si alguna madre o algún padre llegan aquí a través de Google, desesperados por algún aspecto del BLW que no habían contemplado, o que les da miedo.
Monstruo dice que con el BLW he escogido la vía «hard» para alimentar a Monstruita. Yo creo más bien todo lo contrario: para mí es la más fácil. No me veo agobiada haciendo purés de frutas, verduras, carne, todos los días. Y confío en la sabiduría de mis antecesoras, varias de ellas parte de esta tribu 2.0 que me acompaña, que dicen que sus bebés están encantados de la vida comiendo de todo y como los mayores.
Como regalo, os dejo un vídeo de Hikaru Cho, una artista japonesa que debió de jugar mucho con la comida en su infancia… y con las pinturas 🙂
Juicy girls from Hikaru Cho on Vimeo.
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