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Sacaleches de juguete, comercializado por la empresa Berjuan |
Antes de hablar del sacaleches de juguete, te diré que no es ningún secreto que me gustaría dar el pecho cuando Monstruita nazca. De hecho, haré todo lo que esté en mi mano para ello. Ya he leído algún libro y he preguntado a alguna mujer que ha lactado. He descubierto asociaciones que pueden ayudar y voy informándome de qué pasa cuando una lacta.
Al parecer, viene muy bien
sacarse la leche de vez en cuando, porque así se puede dejar a Monstruita con su padre o algún otro familiar monstruoso, sabiendo que no tendrá teta, pero tendrá comida. La cuestión es que, como decía cierto médico al que leí por ahí, si ordeñar a una vaca requiere su técnica, ordeñar a una mujer, también. Al fin y al cabo, somos mamíferas también, aunque solo tengamos dos tetillas, en vez de cuatro. Y, tacháaaaaaan, apareció el sacaleches, en auxilio de las primerizas que no tenemos ni idea, o de las comodonas (o en auxilio ambas).
Pero internet es un mundo de sorpresas, y mirando precios de sacaleches, por curiosear, he llegado hasta la empresa
Berjuan, que ha puesto a la venta un sacaleches de juguete. Sí, señores y señoras, no sabemos si es un acto de temeridad y osadía de un idealista en post de la lactancia materna, ganas de embolsarse euros atacando un nicho aún sin descubrir por las jugueteras, o ambas cosas.
En cualquier caso, la polémica está servida. En otros tiempos, o sociedades, es cierto que el bebé no tenía más remedio que mamar, bien de su madre, bien de la nodriza de turno. Las niñas crecían viendo cómo se hacía aquello y lo integraban con naturalidad, lo que más adelante les sería muy útil… A no ser que tomaran los hábitos, no pudieran tener hijos, o decidieran permanecer solteras.
Cito una parte del artículo enlazado:
Cuando a lo largo de 2010 se presentó este muñeco en el extranjero, cadenas de televisión americanas como Fox o la NBC se refirieron a este juguete como «un producto sexista y que podía crear embarazos prematuros», explica el director comercial de Berjuan, César Bernabeu.
¿Sexista? ¿Puede un hombre sacarse la leche? Parece mentira pero a las mujeres nos llega un mensaje continuo: tenéis que ser supermujeres, y para eso, tenéis dos caminos: ser superfemeninas, o todo lo contrario, negar vuestra femineidad para poder competir con los hombres y estar a su altura (de paso, se da por hecho que ellos están a
más altura que nosotras). Y entonces, cada una elige, pensando que ambas cosas son incompatibles, a saber, el ser femenina y el poder competir con los hombres. De ahí viene también el ocultar que tenemos el período a toda costa (no solo el olor, como en el anuncio, sino el cambio de humor, por ejemplo), o el ocultar que tenemos pulsiones sexuales distintas a las de ellos, pero pulsiones, al fin y al cabo.
Yo no me considero poco femenina pero reconozco que tampoco lo soy mucho. Y uno de los aspectos que más me ha costado en el embarazo, sobre todo al principio, es reconocer esa inevitable femineidad gracias a la cual seré madre. Me aterrorizaba el hecho de que, de repente, pudiera verme convertida en una mujer que únicamente vivía por y para el hijo, yo, que soy bastante independiente. O tener que empaparme de ese mundo de biberones, pañales y vestiditos del que huía, negando lo evidente. O engordar y perder mi atractivo físico. Por desgracia, no soy la única y este sentimiento es más frecuente de lo que parece entre las futuras madres occidentales. Así que el sexismo es el que se aplica desde muchos rincones de la sociedad contra nosotras, bajo el disfraz de así triunfarás más fácilmente. Pero no el presentado por un sacaleches de juguete.
En cuanto a lo de crear embarazos prematuros me da la risa. A ver si es que por jugar con muñecos, querer cambiarles pañales y darles de mamar, las adolescentes van a quedarse a toda costa embarazada. No, señores de la Fox o de la NBC. Los embarazos prematuros se dan por una falta de educación sexual desde el principio (los niños no vienen de París, y cualquier práctica sin condón es un riesgo, ¿lo sabían?), o por un accidente, que también los hay, del que luego se decidió asumir las consecuencias. Desde luego, no se producen por haber jugado con un sacaleches de juguete.
Actualmente, además, es rara la ocasión que tenemos de ver a una madre dando de mamar al bebé. A no ser que tengas suerte y provengas de una familia numerosa o en tu pueblo eso esté a la orden del día. Además, parece ser que en el último siglo, la lactancia ha estado relegada a un último plano y hemos dejado de tener conocimientos básicos sobre ella, tanto madres como médicos. Afortunadamente, esto parece estar cambiando. Y mientras tanto, me parece estupendo que existan este tipo de juguetes. De hecho, no termino de ver qué tienen de malo. Quizá los que tengan algo malo sean los que protestan contra él.
Además, ¿no se les da el biberón a los muñecos? ¿No será más sano ver con normalidad la lactancia que un biberón?
Actualización: amamantanLa empresa Berjuan parece que ya no vende sacaleches de juguete. Pero ha sacado toda una línea de bebés que . ¡Muy fan!