Yo curro fuera de casa (dentro me da una pereza mortal) y como en España se espera que aumente la natalidad vía Espíritu Santo, mi tiempo de permiso por maternidad+vacaciones+lactancia se ha terminado y me he tenido que reincorporar.
Monstruita se queda en casita en buenas manos. Pero claro, a ver cómo le explicas que su madre ha desaparecido pero que volverá, que no se ha muerto, y que confía plenamente en las manos en las que queda. Curro fuera de casa y esta es una situación que no es fácil que un bebé de 6 meses comprenda.
No puedes explicárselo. Y eso significa… ¡Fiesta de llantos durante dos semanas! (y las que quedan…)
No os voy engañar si digo que salgo de casa tranquila porque la dejo durmiendo. Pero al volver, debo repetir varias veces el mantra «todo estará bien, no corras», para no convertirme en el Fernando Alonso de la autovía de mi pueblo.
Por fortuna, Monstruita es mucho más inteligente que su madre y en unos días aprendió que yo terminaba llegando. Pero eso sí, teta en ristre. Poco me falta para hacer una de esas escenas peliculeras en las que la protagonista se va quitando la ropa en el ascensor. Pero claro, en lugar de encontrarme a George Cluny (what else?) esperando apoyado en la puerta, me espera un pequeño monigote de ojos grandes deseando que le coja y le alimente.
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George Cluny como la antítesis del erotismo. Lo siento, hay que desmitificar de alguna manera. |
Curro fuera de casa y el biberón que le dejo, por mucho contenido conocido que lleve, no le termina de hacer tilín. Así que se pasó los primeros días ayunando en plan protesta. No obstante, los ruidos del estómago son muy desagradables y, al final, algo terminó bebiendo para acallarlos. He de decir que uso el biberón Calma, de Medela, donde el bebé tiene que hacer el vacío y succionar para que caiga algo, no vaya a ser que le entre el vicio del biberón facilón y deje el vicio mucho más sano, que es la teta.
En cuanto a sacarme la leche en el curro, da para otro post entero, pero resumiré: resulta que tardo media hora como mínimo en sacar una cantidad decente (digamos, 50 ml. para empezar), yo que contaba que con quince minutos me sobraría y me bastaría… Con el Swing de Medela, eso sí (post no patrocinado, lamentablemente, lo prometo), la cosa es bastante más fácil. En alguna ocasión, la impaciencia me puede, y termino con mi propia mano (aprendí gracias a una reunión de Multilacta, muy recomendable), donde soy mucho más rápida con un poco de práctica añadida.
¿Y de dónde saco la media hora diaria? Curro fuera de casa y he de reconocer que el Alto Mando se portó bien conmigo, y me permitió jugar con mi horario, de tal manera que añado cuarto de hora extra que no debería de trabajar, al cuarto de hora diario que tengo para mis tareas (y que ahora completo en casa, claro). Ahora voy mucho más tranquila.
Después, cuando en casa me dicen aquello de «no se lo ha tomado entero», pienso en la de minutos que araño para sacarme ese poquito más. Pero es que al final, Monstruita manda. Siempre.
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