Resulta que me he dado cuenta de que yo mucho explicar sobre si Monstruita nada o no nada, pero no cuento en qué consisten las clases de natación para bebés exactamente. Así que, por si alguno/a lo quiere saber, ahí va. Lo desarrollo desde mi escasa experiencia con el tema, porque solo llevamos tres meses. Lo cuento según según se estructura en el centro a donde vamos.
Donde hacemos natación para bebés admiten a bebés desde los 6 meses, justo la edad con la que Monstruita comenzó a ir. En teoría, podrían desde los cuatro meses pero se retrasa para que el sistema inmunitario del bebé esté más fuerte (a los 6 meses ya tiene un montón de vacunas puestas).
Durante todo el tiempo durante la clase de clase natación para bebés, la madre o el padre se mete al agua con su hijo o su hija. Todos llevamos el gorro de piscina y, en el caso del bebé, el pañal, el bañador y/o el shorty de neopreno si lo vemos necesario.
En nuestro caso, es una monitora la que va marcando los ejercicios durante las clases de natación para bebés. Como la edad de los bebés es muy dispar (desde 6 meses a, por lo menos, 2 años), en ocasiones toca adaptar un poco los ejercicios.
Al principio, durante las clases de natación para bebés intentábamos que el bebé se familiarice con el agua poco a poco: lo vamos sentando en los escalones de la piscina y dejamos que salpique y juegue con el agua. Ahora ya no es necesario, y simplemente nos metemos al agua con ellos en brazos.
Después, manda distintos ejercicios específicos de natación para bebés. Algunos objetivos de esos ejercicios los desconozco y otros puedo intuirlos. Por ejemplo, que el bebé se mantenga agarrado al bordillo; o que vaya boca abajo en una colchoneta por la piscina y luego boca arriba (luego lo repiten pero sujetos por los padres); recibir salpicaduras de agua por parte de los propios padres o de la monitora (a veces, directamente se tira un chorro de agua por la cabeza del bebé); inmersiones (meter su cabeza debajo del agua durante un segundo)…
Se va variando. Se utilizan materiales que intentan ser atractivos, como pelotas de colores o aros para que los manipulen y lo vean de manera lúdica. Por ejemplo, a veces la monitora pide que los niños vayan andando por un escalón con una pelota, la dejen en un cubo, cojan otra, y sigan hasta el siguiente cubo. En este caso, como Monstruita no anda aún (ni gatea, solo repta), soy yo la que la lleva en volandas dando saltos por el agua.
Durante las clases de natación para bebés también se aprovecha y se conocen las experiencias de otros padres y Monstruita ve a otros niños que no son ella.
Al final, solemos cantar un par de canciones que suelen terminar en inmersiones.
Después salimos, nos secamos, nos vestimos lo más rápidamente posible, y listo.
A mí me gusta mucho nadar pero realmente no es necesario saber porque la piscina es muy poco profunda (salgo con las rodillas como escuadras, por andar en cuclillas tanto tiempo). Si gugleáis, podréis ver todos los beneficios que conlleva la natación en los bebés y que no voy a repetir por aquí. Así que, si os animáis, ¡que lo disfrutéis!
Yo lo intenté el invierno pasado pero el niño se me constipaba continuamente, este año me recomendaro un neopreno para bebés y cambió muchísimo la cosa, por si os interesa yo el mío lo encontré en la tienda de http://www.shopmami.com y van super bien el niño ahora ya no llora al entrar, imagino que antes tendría frío el pobrecito, 🙂
Muy parecidas a las clases del piratilla, la verdad aquí va muy poco gente y fallan mucho. Así que decidimos continuar por nuestra cuenta. Lo único que no estamos haciendo ahora son las inmersiones pero lo pondremos en práctica. Realmente es un gran ejercicio para todos. Pero que tortura que en tu pisci tengas que ir de rodillas!!
¡Que sí, mujer, anímate! Al final te apañas en cualquier lado, ya verás. En cuanto a bañaros, entiendo que dices después de la pisci. Después de la pisci, no la ducho ni nada (y yo tampoco) porque no veo que esté acondicionado en ningún sitio. Así que en casa, luego unas horitas más tarde, la enjabono bien.
Sí, lo es, aunque, bueno, las madres/padres no hacemos al final nada de ejercicio, pero me encanta ir allí con ella 🙂
Pues sí, mucho mejor separados. Porque por aquí tenemos alguno de dos años, y claro, no hay diferencia ni na…
Aaaah, claaaro, es que eso va en gustos 😀 En teoría, viene mejor para los padres que para las madres (rollos sobre el vínculo), y a ellos les suele gustar más (y no se tienen que depilar). Peeeero vamos, que va en cada uno, claro 🙂
A mí me gusta nadar, así que tenía muchas ganas de hacerlo 🙂
Gracias por lo del fondo 🙂
Ya tenía gans de apuntar a Coquito y con tu entrada me has ganado! jaja El problema que yo veía es que el agua estaba helada a la piscina que yo voy y que como la nena tiene ahora 7 meses no sé si me apañaré yo sola para bañarnos y vestirnos las dos porque no se si hay un cambiador adecuado… lo comprobaré para ver si el próximo mes hay más suerte y vamos. ¡¡al agua patos!!
Pues parece una buena opción para recuperar mi contacto con el agua que abandoné durante el embarazo. En cuanto la bichilla tenga edad tenemos que informarnos acerca de estas clases en el pueblo.
uyyy nosotras no cantamos, que sosas jajajajaja
Guisante odia a muerte meter la cabeza, asi que de momento esos ejercicios nos los saltamos, pero le encanta ir a la pisci.
Este año en nuestra piscina han hecho un cambio que me gusta, separan bebes hasta el año del resto….asi los bebes andan mas tranquilos y los otros….pues hacen mas el burro jejejeje
Oye pues está fenomenal no sabía qué hacian tantas cosas 🙂
A mí es que la piscina no me gusta nada así que no me apunté jeje
Bueno espero que no termines con reuma jejeje
Un beso!
A mi me hubiera gustado apuntar a la peque a algún curso… pero nada, al final no me he animado.. eso sí, este fin de semana prueba un balneario, veremos que tal la experiencia!!
Saludos
PD. Me encanta el fondo navideño que has puesto al blog