Después de «la maternidad/lactancia es maravillosa» llega «mi vida es una mierda, oh Dios, por qué tengo hijos» por las madres arrepentidas, que vende mucho más, dónde va a parar.
La maternidad es dura y es maravillosa. Sin embargo, antes de tener criaturas está bien pensarlo un poco y tal. Si quieres algo que no incordie demasiado en tu vida vete al bazar de la esquina y cómprate un jarrón, que son baratos y molestan poco. No me vale eso de que te vaya a dejar tu marido si no tienes hijos o que procrear sea lo que se espera de ti. Hace un par de siglos o en regiones ajenas al primer mundo es posible que no tuvieras más opciones pero no es aquí, no es ahora.
Ah, que sí que pensaste aquello de tener descendencia pero no te esperabas esta dependencia de ti 24/7 de un moco (o varios)... ¡Bienvenida al mundo de la crianza! Lamento decepcionarte pero la solución a esta «tortura» no pasa por fustigarte como madre arrepentida y desear no haber tenido el churumbel durante todo el tiempo que te toque hacerte cargo de él. Tampoco pasa por maldecir tu suerte hasta el final de tus días. ¿Qué tal si intentas meter a tu hijo en tu camino para realizarte como persona en lugar de apartarlo? No va a ser menos duro pertenecer a las madres arrepentidas pero puede que lo lleves mejor.
Es cierto que yo he tenido suerte porque antes de tener hijos no esperaba, ni remotamente, que la maternidad me fuera a llenar tanto. Y porque llegó un momento en que los viajes, los hobbies, el ocio, el trabajo y el deporte dejaron de aportarme tanto: faltaba algo.
De todos modos, aún con la «mala suerte» que tienen estas madres arrepentidas, esta no deja de ser otra corriente antiniños aireada por la prensa. Lo child-friendly ya no mola, es de viejunos y familias rollazo, con lo que mola ser un adultescente y hacer lo que a uno le viene en gana todo el santo día. Plas, plas, plas (aplausos): muy bien, España. Ya no nos vale solo con los políticos y sus leyes de no-conciliación familiar. Ahora también tenemos a una parte de la sociedad empeñada en afear la fea costumbre de tener hijos de la otra parte de la sociedad. Estupendo.
Pues espero, queridos y queridas, que las pensiones os las paguéis vosotros solitos. Que cuando necesitéis un médico os atienda alguien mayor que vosotros porque las nuevas generaciones no os deberán nada; puede que le tiemble un poco el pulso por la edad al cirujano pero ¡hey, no habéis tenido que soportarle de niño! Que cuando os toméis una caña en la terraza de en frente de casa, os la lleve siempre algún camarero más entrado en años que vosotros, aunque tengáis 80 años y hayáis ido solo para echar una partida a la Brisca; quizá os la tire encima pero oye, qué majo es y qué poca guerra os dio de pequeño. Que cuando hagáis la compra en el super, el cajero pueda ver bien el cambio que le dais porque ¿no querréis que os atienda un adulto que antes fue un niño de esos que os molestaba tanto en el restaurante, verdad?
En fin, que yo de lo que me quejaría si me apeteciera soltar bilis y perturbar mi estado Zen, sería de los adultescentes y los prohibiría montar en los columpios de los parques, que los rompen y luego no los pueden usar mis hijos; manchar con colillas la arena de los mismos o ir a voz en grito de madrugada cuando los niños están durmiendo.
¿Qué, empezamos la guerra?
Pues yo soy maestra y me encantan los niños. Pero no me gustan fuera del colegio, en las tiendas o en restaurantes o cafeterias. Porque hay padres (no todos, pero muchos) que no estan con sus hijos en esas situaciones sino que se dedican a relacionarse con otros adultos mientras los niños corren y chillan por todo el local sin el menor control. Entiendo que un bebé llore, pero no entiendo que un niño de cinco años choque conmigo cada tres minutos porque esta jugando a pillar con otros dos en mitad de un restaurante. Y por supuesto, si le pides al niño que no se meta debajo de tu mesa porque se puede hacer daño si se cae algo los padres montan en cólera. No es tanto niñofobia como niño-sin-supervision fobia.
En eso estamos de acuerdo, Carol. Yo, como madre con hijos, he tenido que esquivar valones y patinetes ajenos en un restaurante, palabrita, mientras los míos, más pequeños, permanecían sentados a la mesa.
Entonces ahí el problema está en los adultos, no está en los niños. Los padres irresponsables son felices así y el resto sufrimos las consecuencias (aún siendo padres y madres también).
Lo que hay que leer. Yo no tengo hijos y si nos ponemos en plan que tus hijos me van a pagar las pensiones, yo te digo que mis impuestos actuales ayudan a financiar que tu hijo pueda estar escolarizado o ir al pediatra. Es que mira que es reduccionista tu comentario.
Y no hija, no odiamos los niños ni su mundo, solamente hemos tomado la decisión de no tenerlos.
Creo que no entendéis para nada que una mujer pueda haber decidido ser madre, ame a sus hijos, pero no todo lo que va aparejado, y que por mucho que haya pensado, le puede sobrepasar. Me parece una gran falta de empatía, con todo lo que la demandáis.
Y ya para terminar, me parece que cada uno se realiza como quiere, nunca he creído en lo de la realización a través de otra persona, llámese hijo, pareja, o periquito. Es un trabajo íntimo y personal. A lo mejor por eso a mi me basta.
Tildar a la gente de amargada y egocéntrica… tela. Por esa regla de tres a la persona del primer comentario yo la puedo llamar egocéntrica también por haber decidido sobre alguien que no ha nacido, y que va a venir a un mundo donde le pueden venir muy mal dadas. No nos engañemos, el hecho de concebir viene casi siempre de una decisión egoista de recibir y no de dar, aunque luego giren las tornas.
A ver, creo que no me he explicado bien o no has entendido bien el post.
Gracias a que mi hijo se escolariza, tú tendrás médico geriátrico. Es la pescadilla que se muerde la cola. Pero eso sí, el círculo se rompe cuando se acaban los niños.
No cargo, ni mucho menos, contra todo aquel o aquella que no quiera tener hijos. Es mucho mejor, en mi opinión, no tenerlos que tratarlos como a un jarrón. Y por supuesto, mucho mejor no tener hijos si sientes o piensas que no debes tenerlos. Precisamente digo que en nuestra sociedad y en nuestro época no es obligatorio tenerlos y podemos elegir tranquilamente.
Y por supuesto que no hay que tener un hijo para realizarse, faltaría más. Como tú bien dices, es un camino personal.
En el post hablo de los adultoscentes: son los adultos que solo piensan en sí mismos y en pasárselo bien, sin más. No son todos los adultos, tengan hijos o no.
Espero haber aclarado tu comentario.
Estoy de acuerdo contigo, la sociedad se vuelve antiniños, cada vez más egoísta y egocéntrica,molestan los niños, molestan las madres que amamantan en público, molestan las madres que se quedan en casa criando a sus hijos. Una nueva moda seguramente lanzada por estas personas amargadas a las que se le ha pasado el arroz y no han podido tener hijos, y seguida por aquellos egocéntricos que se creen que la felicidad es salir de fiestas o irte de viaje cuando se les antoje.
O seguido por personas que están muy cómodas sin hijos. Que me parece bien, excepto cuando no entienden que tiene que haber niños que se comporten como tales. Les guste o no.
Yendo solo al título del post yo si me creo lo de las madres arrepentidas.
Yo no me arrepiento de tener hijos pero si me gustaría que existiera la opción de tener 2 vidas paralelas una con hijos y otra sin ellos.
Aunque bueno ahora mismo me confirmaría con dormir sola y sin preocupaciones un par de noches.
Lo de las vidas paralelas no sé si lo haría pero compro lo de dormir un par de noches sin preocupaciones… o sin despertares.
Yo me creo todo jajaja. Sí creo que haya mujeres que se hayan arrepentido pero, como bien dices, parece que ahora es la moda y que se extiende un poco al sentir general de «qué coñazo dan los niños». Y es que creo que parte del problema ahora es que les exigimos mucho estar como adultos. No sé antes, pero ahora me da esa impresión. Lógicamente un niño no va a aguantar mucho en una comida de sobremesa eterna o de comprar. Tenemos que adaptarnos a sus ritmos. Y entender que son niños, que es lo que la sociedad parece no entender. Escribí hace tiempo sobre esto del pago de las pensiones y el viajar con niños, experiencia abrumadora para todos, niño, padres y vecinos del medio de transporte jjaja.
No sé si estar como adultos o que el ombligo del adulto sin hijos ha crecido hasta expanderse por toda la galaxia. Lo del medio de transporte se solucionaría si habilitaran un espacio para niños! Gracias por pasarte y comentar, maja 🙂