El destete de mamá es el gran olvidado. Cuando conté cómo fue mi destete, aún no era consciente de algo que nadie cuenta: el destete de la madre.
Hablamos de...
La teoría del destete de mamá
Independientemente del tipo de destete que elijas (espontáneo, guiado por la madre, provocado por presiones del entorno o por información errónea), pasarás por un cambio hormonal grande. Y es que, como seguramente sepas, amamantar supone un incremento de la prolactina y la oxitocina. ¿Sabes a qué se dedican estas hormonas? Exacto, no solo contribuyen a la producción y eyección de la leche respectivamente, sino que además provocan sentimientos de bienestar, calma y relajación.
Cuando llega el destete de mamá los niveles de prolactina y oxitocina bajan. Así que aquí tienes la causa de que una madre pueda sentirse triste, ligeramente deprimida, o incluso irritable y con cambios de humor, durante unas semanas después del destete. No es solo porque piense que su hijo/a pasará a otra etapa o que ya no le volverá a amantar: existe toda una cadena fisiológica detrás que lo provoca.
Por supuesto, pueden existir otros síntomas: si el destete es muy brusco, aparecerá la obstrucción de los condutos galactóforos con la consiguiente mastitis. Y si la regla no había hecho acto de presencia, volverá a aparecer con el destete de mamá.
Cuándo destetar
No existe un momento perfecto para el destete de mamá. Porque el destete espontáneo liderado por el niño/a es el único donde sufrirán menos las dos partes. Sin embargo, si puede ayudar que medites cada uno de estos puntos:
- Sé consciente de que cuando tu hijo o tu hija esté enfermo, no lo amamantarás. Parece una tontería, pero amamantar es lo que nos queda cuando solo podemos esperar a que pase la fiebre o el malestar. Es nuestro modo de sentirnos útiles. Mientras le damos teta, sabemos que le estamos consolando e incluso pasando defensas. ¿Estás preparada para asumir eso? Si no lo tienes claro, lee: una vez terminado el destete de mamá, comprobarás con asombro que tu hijo/a sigue adelante y que le podrás consolar de mil maneras: con abrazos, dejando que toque tu teta, jugando con ella o con millones de mimos.
- Habrá momentos duros durante el destete o después. Lleva mamando desde que nació. Es su manera favorita de consolarse y alimentarse. Así que probablemente llorará. Puedes seguir el plan padre, leerle cuentos o bailar la sardana sobre un unicornio pero nada le distraerá de lo que él o ella desea: tu teta. Y lo que es duro para tu hija o tu hijo, es duro para ti. Así que mentalízate. Eso sí, también pasará y lo asumirá y quizá antes de lo que esperes.
- Se le olvidará mamar. Probablemente lo hayas leído también: pasado un tiempo después del destete, los niños no saben extraer leche de la teta de nuevo. Así que, si se te ocurre poner a tu hijo o hija a la teta y ves que no sabe mamar, te provocará sensaciones extrañas. Por un lado, alivio porque sabes que no se volverá a enganchar. Por otro, pena porque sabes que su relación con la teta ya no es como la de antes. Pero aunque habrá cambiado, no tiene por qué eliminar la teta de su vida.
- Que tu pareja esté a tu lado. No elijas destetar cuando él o ella estén de viaje. O cuando esté pasando por un mal momento. O cuando esté ausente por otros proyectos. El destete de mamá será duro para ti y necesitas un pecho en el que apoyarte y llorar: alguien que te pueda atender un poco, que esté atendo y que no esté carcomido por sus propias preocupaciones. O peor aún, alguien que esté en Tokio de viaje de negocios, mientras tú te ‘desangras’ de tristeza sola en Villanueva del Pardillo.
Qué NO hacer durante el destete
- Ponerte productos picantes o amargos en el pezón: deja que tu pequeña o pequeño guarde un buen recuerdo. Afronta tu decisión con valentía.
- Taparte el pezón con tiritas o similares. Funciona, claro, pero no es la solución más respetuosa. Está relacionado con el punto anterior.
- Huir de tu hijo o tu hija. Precisamente es cuando más te necesita. Necesita tus abrazos, tus besos, tu calor. Solo tu amor os hará el deste un poco más fácil a ambos.
- Dejarlo de golpe. No solo puedes sufrir una mastitis de proporciones colosales, sino que ninguno estaréis realmente preparados. Ve acortando las tomas con canciones o una cuenta atrás. Cuéntale cuentos. No solo le ayudarán a él o ella, sino que también te ayudarán a mentalizarte y a ser consciente de cómo sustituir la teta después.
- Evitar la tristeza. Es tu duelo también. Deja que salga y vívelo. No todo es super wonderful y tenemos derecho a expresar la tristeza, a sentirla y a abrazarla. Y a que nos abracen. Es tu despedida a una etapa y a una manera muy especial, íntima y personal de vivir la maternidad.
- Evitar la culpabilidad. Si la evitas, no podrás asumir lo que sucede. Acógela y transfórmala pero no huyas. Tapar la culpabilidad solo sirve para que explote con más fuerza en determinados momentos. Simplemente habla con tu yo culpable y explícale lo que pasa: por qué es necesario el destete, cómo mejorará la situación después y todo lo que podréis seguir haciendo para mantener ese vínculo tan especial que ha creado la teta.
- Esconderlo. Probablemente conozcas a más madres que amamantan. Y quizá temas que te juzguen. Sin embargo, lo que es posible que te encuentres es apoyo y comprensión: dos cualidades que vas a necesitar mucho.
- No dejar que tu hijo o hija se acerque a tu pecho. Deja que arrime su cabeza, que lo toque. Destetar es querer que el niño no mame pero tu teta sigue estando disponible para el contacto y el amor.
- No pedir ayuda. El destete es parte de la lactancia también. Así que no dudes en acudir a grupos de lactancia organizados si tienes dudas o necesitas apoyo.
La práctica del destete de mamá
Ahora que ya sabes muchas cosas, busca en tu entorno madres que hayan destetado. Pregunta, escucha y toma lo que crees que te vendrá bien. Cada circunstancia y cada modo de llevarlo tanto de madres como de niños son distintos. Pero verás distintas maneras de vivirlo y, sobre todo, te ayudarán a poner los pies en la tierra. Al fin y al cabo, todo lo que escribimos por aquí no deja de ser teoría.
Entiendo que el destete es el último recurso y ya has intentado otras soluciones sin que funcionen. Adelante, pues. Cada una de nosotras, cada madre, hacemos lo que pensamos mejor para nuestros hijos y para nosotras, no lo olvides.
Si quieres compartir por aquí tu experiencia, estaré encantada de escucharte.
Muy lindo el articulo, lo comparto todooo, mi hijo tiene 20 meses y siento que mi teta ya no le aporta mucho, come pocas cantidades de comida lo que provoca que tenga bajo peso y baja estatura. Aún se despierta cada 2 horas o cada hora en la noche a tomar teta lo que es muy fuerte pues me toca madrugar a trabajar. Quiero el destete pero aún no logró encontrar el método acertado. =(
Hola, Rocío,
Si come poco será lo que necesite, a no ser que haya otros problemas. La estatura suele ser genética y el peso a veces también, aunque no exclusivamente.
Hay algunas madres que solo destetan por la noche pero no hay un método perfecto, la verdad. Por la web puedes encontrar el cuento de la teta cansada. El colecho suele dejarnos descansar más.
Ánimo, Rocío y gracias por pasarte por aquí
Hola!!! Gracias por tus consejos!! mi hija tiene tres años casi y medio, le sigo dando el pecho, es su comida principal, no quiere probar alimentos y me agobia bastante, porque su dieta es muy limitada. Pero bueno el caso es q mamá y me destroza la otra teta pq me araña, estruja, pellizca, y no han manera humana de que entienda q me duele excepto cnd me enfado de verdad. Lo hace hasta dormida. Yo estoy cansada de esta situación y por otro lado me da una pena horrible que dejar de mamar. Desearía q dejara de mamar en el plano físico pero mentalmente soy incapaz de comenzar con el destete. Que hago???
¡Hola, Mónica! Enhorabuena por esa lactancia de más de 3 años 🙂
Cuando dices que su dieta es limitada, ¿te refieres a que come poca variedad o poca cantidad?
Y quieres destetar porque juega con la otra teta mientras mama de una, ¿verdad? Si quieres puedes responderme en [email protected] o aquí: http://laqueospario.com/contacta-conmigo/ para que podamos ser más ágiles en resolver la situación 🙂
Este texto es muy necesario. No había sido consciente que la mayoría de la información y sistemas de destete van enfocados al niño, pero no mucha gente piensa en la madre. En una ocasión hice una sesión de «despedida de la lactancia», creo que ha sido la madre más consciente que he conocido en cuanto a lo que suponía para ella y que quiso hacer una despedida paulatina del que sería su último destete.
¡Comparto!
Gracias, maha, me alegro mucho. A mí me ha tocado vivirlo de primera mano, y no ha sido hasta casi un año después que he conseguido superarlo. Por cierto, qué chulada, una sesión de fotos ‘despedida de lactancia’ 🙂