Siguiendo con el tema comenzado por la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2016, continúo detallando los nuevos Objetivos para el Desarrollo Sostenible y el papel que puede jugar la lactancia materna en ellos. De nuevo, os dejo a TETA como guía:
Actualmente muchas madres trabajamos fuera de casa también. Y en las grandes ciudades se hace prácticamente imposible acercarte algún rato a darle el pecho al bebé. Soluciones existen unas cuantas y en la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2016 las damos a conocer: escuelas infantiles cerca del lugar del trabajo, salas de lactancia en el centro de trabajo (extraerse leche en el baño es lo peor, amigas) y periodos que permitan amamantar.
El modo en que se da la lactancia materna difiere en todo el mundo. Si ya difiere la mía de la de una que vive a cien metros de mí, no te digo de la que vive a 5000 km. En situaciones de pobreza esto es más evidente aún. ¿Sabéis todas las vidas que se salvarían en estos entornos facilitando la lactancia materna? ¿Y la cantidad de recursos que se pueden destinar a otras necesidades familiares gracias a la lactancia materna, en lugar de tenerlos que invertir en leche de fórmula? Condicionar la vida de esta manera por una teta parece increíble pero es así.
Señores, señoras, amamantar en público debería ser lo normal y no levantar miradas de reprobación, censura o similares. Si acaso de ternura, admiración o, por qué no, curiosidad.
Si ya es en medio de una catástrofe natural, ni les cuento. Ahí la lactancia materna cobra prioridad absoluta por el bien y la supervivencia tanto del bebé como de la madre. Va a evitar tener que arriesgar la vida y la salud del bebé por agua contaminada, además de pasarle un montón de anticuerpos frente a enfermedades comunes en las catástrofes naturales. En fin, sea como fuere, las mujeres necesitamos un lugar en el que sentirnos relajadas para amamantar y que siga celebrándose la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2016.
Como ya detallé en el punto 7 del post anterior, la lactancia materna es ecológica, económica, saludable, no contaminante y no depredadora de recursos.
¿Que viene el cambio climático y aumentan los desastres naturales? Pues lactancia materna al canto para salvaguardar a aquellas madres con bebés que los sufren.
Con la lactancia materna no existen fábricas que tengan que desechar residuos a los mares y ríos. Así que por ese lado, estamos contribuyendo a la mejor salud de nuestra fauna y flora marina. ¡Si es que lo mismo vale para un roto que para un descosido! ¡Viva la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2016!
Muy relacionado con el punto anterior y el punto 7. ¡Ay, todo el CO2 que nos ahorramos gracias a que la lactancia materna no necesita de fábricas!
¿Y qué pasa si se legisla a favor de las madres y bebés lactantes para respetar sus derechos? Que conseguiremos un mundo más justo donde las necesidades de unos y de otros estén garantizadas.
La Estrategia Mundial para la Alimentación del Lactante y el Niño Pequeño (ALNP) fomenta justamente esto. Todos sabemos que en grupo se avanza más despacio pero se llega más lejos. Una persona sola conseguirá cosas pero no es sino en unidad cuando logrará que su actividad se vea.
Y esto es todo por este año. ¡Feliz Semana de la Lactancia Materna 2016!